En 2007, el Congreso mexicano aprobó una ley que establece límites estrictos para fumar en lugares públicos. Para el fumador desterrado por mucho tiempo al aire libre, el proyecto de ley no fue una sorpresa: durante años, las reglas de México sobre fumar han sido algo laxas en comparación con otros países, y los letreros de prohibido fumar con frecuencia se ignoran.
La nueva ley prohíbe fumar en restaurantes, bares y otros lugares, excepto en áreas especiales que están completamente aisladas de las áreas de no fumadores. Establece una prohibición más estricta de la publicidad y requiere advertencias sanitarias más grandes y visibles en los paquetes de cigarrillos, todo lo estándar en estos días.
Luego, hay una serie de elementos cuestionables que dejan al no fumador preguntándose y le dan al fumador la necesidad de salir a fumar un cigarrillo. Suben multas por regalar o vender un cigarro a un menor”de cuatro a 10.000 salarios mínimos diariosrecuerda un poco al borracho que, habiéndose caído del lado izquierdo de su caballo, corrige el error anterior y cae del lado derecho.
La ley establece que los cigarrillos deben venderse en paquetes de al menos 14 y un máximo de 25, lo que casualmente coincide con los paquetes disponibles actualmente en el mercado. El objetivo de esto es quizás respaldar la prohibición de vender cigarrillos sueltos (que siguió poco después de que entrara en vigor la ley de prohibición de fumar), que a su vez probablemente esté diseñada para desalentar el tabaquismo entre los jóvenes.
La venta de cigarrillos sueltos, en puestos callejeros y por vendedores de bandejas de cartón en los semáforos, es bastante común. Estos proveedores de tabaco obtienen más del 100% de ganancias en un paquete de 20. Cuando los paquetes de 20 costaban $10 pesos, los cigarrillos individuales se vendían a 1 peso. Cuando el paquete subió a $12 pesos, los cigarrillos sueltos subieron a $1.50.
Con un paquete de cigarrillos Clase A que ahora se vende al por menor a $47 pesos, los cigarrillos sueltos se pueden comprar por $4 pesos, $4.50 o incluso $5 pesos, dependiendo de la competencia, es decir, cuántos puestos de la competencia o vendedores ambulantes hay cerca.
La nueva ley realmente no ha afectado a estos incondicionales del comercio de libre mercado: todavía se pueden comprar cigarrillos sueltos con facilidad en puestos callejeros y vendedores ambulantes en todo México.
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